Sala de Prensa

24/06/2019

Se trató de una emotiva ceremonia de We Tripantu con internas de ascendencia mapuche

Defensora Regional asistió a celebración del año nuevo mapuche en el CDP de San Miguel

Una rogativa por el nuevo año mapuche reunió a internas del Centro de Detención Preventiva (CDP) de San Miguel, autoridades de Gendarmería, de la Conadi y de la Defensoría Regional Metropolitana Sur (DRMS). La ceremonia fue dirigida por un ceremoniante y tres hermanas o “ñañas”, quienes encabezaron el ritual de We Tripantu.

Por Gustavo Lopez Valeria,
Defensoría Regional Metropolitana Sur

Respondiendo a una invitación especial realizada por las autoridades del Centro de Detención Preventiva (CDP) Femenina “Mayor Marisol Estay” de San Miguel, la Defensora Regional Metropolitana Sur, Vivian Castel, asistió a una representación del We Tripantu o año nuevo mapuche, encuentro que reunió a cerca de 15 mujeres de ascendencia mapuche para participar de la ceremonia ancestral.

La reunión contó con la presencia de las internas, el director regional de Gendarmería, Alejandro Fuentes; la jefa del Departamento de Promoción y Protección de los Derechos Humanos de Gendarmería, coronel Michelle Barahona; la alcaidesa del CDP de San Miguel, teniente coronel Ana María Garrido; la Defensora Regional Viviana Castel y el jefe de la oficina de asuntos indígenas de la Conadi en Santiago, Javier López.

La ceremonia, que fue seguida con mucha atención y recogimiento por las internas, fue dirigida por Necul Painemal, profesional de la Conadi, y tres hermanas de la etnia mapuche quienes, además de realizar la rogativa propia del We Tripantu, conversaron con las internas, instándolas a sacar los mejor de sus ancestros y “no dejarse vencer, así como aprovechar este año nuevo para renovar el espíritu y dejar atrás todos los episodios negativos”.

Al finalizar la representación, las internas tuvieron tiempo de agradecer la iniciativa, en especial porque les permitió sentirse espiritualmente renovadas. “Nos sentimos mejor, estamos más en paz. Con los nervios de estar acá, nos vamos mejor, más renovadas”, dijo Sara, de 45 años, una de las internas convocada a la actividad.

Clara (57) se declaró muy emocionada, pues los sentimientos la embargaban tras la celebración. “Espero que este nuevo año sea bueno para todas nosotras… Que esto siga, que seamos otras personas. Volver a lo que era antes, nuestros padres, familias. Mis padres eran del sur de Freire (región de La Araucanía), pero si bien no conocí a mis abuelos, esta ceremonia me sirvió para sentirme más cerca de ellos”.

WE TRIPANTU
We Tripantu o Wiñol Tripantu es la celebración del año nuevo mapuche y se realiza entre el 21 y el 24 de junio, pues corresponde al solsticio de invierno austral, que marca el día más corto del año y corresponde al retorno del sol, es decir el comienzo de los días cada vez más largos (y las noches más cortas) hasta el solsticio de verano.

Las celebraciones comienzan la tarde del día anterior, antes de que el Sol se esconda. Los invitados se congregan y esperan la llegada del Machi o del Lonko, quienes tienen la misión de dirigir el ritual. Ahí, mientras anochece alrededor del fogón, los viejos instruyen a los niños “a ser buenos” y les cuentan historias importantes para la cultura del pueblo. Más tarde, se celebran bailes, cantos y juegos que fortalecen los lazos comunitarios.

De madrugada se anuncia la llegada del año nuevo y la ceremonia sagrada es preparada para el amanecer. Entonces, al alba, el pueblo se baña en un río o lago, demostrando estar preparados para recibir al nuevo ciclo, que simboliza el regreso del Sol y la luz, junto con la renovación de la naturaleza y la propia sabiduría mapuche.

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