Sala de Prensa

19/03/2020

Columna del Defensor Regional de Aysén en El Divisadero

Coronavirus: protegerme es protegerte

En momentos en que la pandemia del Coronavirus ha llegado a nuestro país con especial virulencia, no tenemos más alternativa que enfrentar con decisión y responsabilidad este complejo escenario, del cual saldremos airosos como sociedad en la medida que el autocuidado y la solidaridad sean las principales guías de nuestro cotidiano comportamiento.

Jorge Moraga Torres, Defensor Regional de Aysén.

Jorge Moraga Torres, Defensor Regional de Aysén.

Por Jorge Moraga Torres,
Defensor Regional de Aysén.

Como ya se ha dicho reiteradamente, aunque nunca resulte excesivo o majadero, la posibilidad de controlar esta epidemia y que su costo en vidas humanas sea el menor posible dependerá, principalmente, del comportamiento que cada uno de nosotros adopte ante este desafío que enfrentamos como país y región.

Más allá de que el peligro fatal que implica la expansión masiva e incontrolada de este virus se focaliza en ciertos grupos humanos especialmente vulnerables, en particular los adultos mayores y quienes padecen ciertas afecciones médicas preexistentes, es claro que la pandemia que actualmente enfrentamos nos impone a todos actuar con la mayor responsabilidad, no pareciendo exagerada ninguna medida preventiva que podamos adoptar, institucional o personalmente.

No sirve de mucho que cada uno, individualmente o en su familia, adopte medidas de precaución, si quienes nos rodean, nuestros familiares más lejanos, nuestros vecinos, amigos o compañeros de trabajo, no adoptan similares cuidados. Frente a esta grave pandemia cada uno de nosotros requiere que el resto de los integrantes de la comunidad mantenga los cuidados necesarios para controlar la transmisión del virus.

Es por ello que se ha destacado no sólo lo indignamente egoísta que se presenta el comportamiento de algunas personas, que han acaparado en exceso productos de higienización, si no que ello resulta profundamente absurdo y contraproducente, desde el momento que tal conducta priva a los otros miembros de la comunidad de adoptar las necesarias medidas de protección, lo cual constituye una condición básica de nuestra propia protección.

Porque estamos frente a una pandemia donde cuidarme es cuidarte, no señalaré qué estamos haciendo y qué nos preocupa en la Defensoría Penal Pública para cuidarnos quienes trabajamos en este servicio público, sino que indicaré lo que hacemos y nos preocupa para cuidar a todos quienes integramos la comunidad de Aysén.

Formamos parte de la rápida decisión, adoptada por todo el sector público, de limitar en extremo nuestra atención presencial y, acorde al llamado de las autoridades en tal sentido, disponiendo que la inmensa mayoría de nuestros funcionarios realicen su trabajo a distancia, desde sus hogares.

Hemos respaldado la decisión de los tribunales de re-agendar casi la totalidad de las audiencias judiciales programadas para las próximas semanas, entendiendo que esa es la única forma de disminuir abruptamente la circulación de personas ante los tribunales de justicia.

Respaldamos las siempre dolorosas medidas que restringen el acceso de terceros a recintos penales, considerando que el hacinamiento y las precarias condiciones de salud transforman a quienes se encuentran en su interior privados de libertad en personas de alta vulnerabilidad.

Todas estas medidas las llevamos a cabo, como señalo, no sólo porque queremos cuidarnos nosotros y cuidar a nuestros usuarios. Las adoptamos bajo la absoluta claridad de que todo lo que podamos hacer en la materia tendrá, como nunca antes ha ocurrido, repercusión directa en toda la comunidad.

Desde acá nos sumamos al llamado a todos los ayseninos(as) para que comprendamos el momento crucial que vivimos como grupo humano. Un momento en que la solidaridad entre nosotros deja de ser una aspiración más o menos lograda, según la etapa que nos toca vivir, y pasa a ser, lisa y llanamente, una condición indispensable para que podamos, como sociedad, salir airosos de la prueba que debemos enfrentar.

Me protejo y me cuido, porque sólo así te podré proteger. Protegerme es protegerte.

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