03/05/2021
El hecho ocurrió en Arica y Parinacota
Pese a que siempre dijo ser víctima y no victimario en este caso, un hombre de nacionalidad venezolana estuvo envuelto en un proceso penal por cerca de siete meses, hasta que el Ministerio Público pidió no perseverar en la causa.
La defensa pública y el imputado siempre señalaron que era inocente.
Por Varlenka Olivares Fuentes,
periodista Defensoría Regional de Arica y Parinacota.
El pasado jueves 22 de abril se realizó una audiencia de no perseverar en el caso de un joven que fue acusado por el delito de tráfico de migrantes en septiembre de 2020. En primera instancia, su defensa estuvo a cargo del jefe de Estudios de la Defensoría Regional de Arica y Parinacota, Francisco Concha, pero luego fue delegada al defensor público Gabriel Apaza, quien acompañó al joven venezolano durante todo el proceso.
La causa se remonta a septiembre del año pasado, cuando en Perú, G.S.M. se puso en contacto con un grupo que, a cambio de un pago, ofrecía traerlo hasta Chile a través de pasos no habilitados. Esta misma acción fue realizada por un grupo de personas también venezolanas, entre las cuales había menores de edad, incluido un bebé de 11 meses.
VÍCTIMA
Al cruzar la frontera entre Perú y Chile, todo el grupo fue abandonado por quienes los trasladaban, por lo que quedaron a la deriva en medio del desierto. G.S.M. observó el agotamiento de algunos de sus compatriotas, ya sin agua potable, llenos de bolsos, con hambre y frio. Por esa razón, junto a otros migrantes del grupo con mejor estado físico, G.S.M. ayudó a quienes más lo necesitaban.
Sin embargo, esta acción terminó por involucrarlo en el delito, ya que una vez en suelo chileno fueron descubiertos por funcionarios del Ejército y posteriormente entregados a Carabineros. Todos quedaron detenidos y G.S.M. fue apuntado erróneamente como parte del grupo que traía a los extranjeros tras cobrarles por ello.
El imputado siempre señaló su inocencia y explicó que sólo quiso ayudar a quienes estaban más complicados por el extenuante viaje, que por hacerlo no recibió pago alguno y que él también solicitó el servicio, para que lo ayudaran a ingresar a nuestro país, por lo que era una victima más de este delito.
TESIS BASE
La defensa pública trabajó a partir de esta tesis base y logró reunir testimonios que daban cuenta de la inocencia del joven y evidenciaban el error cometido al imputarle el delito.
Sin embargo, igual fue formalizado por la Fiscalía como autor de tráfico de migrantes, por lo que primero quedó privado de libertad y posteriormente con otras medidas cautelares.
Finalmente, tras más de siete meses de investigación, el Ministerio Público explicitó su decisión de no perseverar en la causa en su contra, por lo que terminó la investigación y se levantaron las medidas restrictivas que recaían en él.
Hoy G.S.M. se encuentra viviendo en Santiago y trabaja por obtener el sustento para su familia, que aún sigue en Venezuela.
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