Sala de Prensa

09/09/2022

El recorrido duró cuatro horas

Defensoría de O’Higgins organizó segunda atención nocturna a personas en situación de calle

Junto a representantes de la Fundación AMEH, funcionarios y funcionarias de la institución recorrieron el centro de Rancagua para atender a quienes habitan en rucos o carpas.

Por Andrea Contreras Márquez,
Defensoria Regional de O'Higgins.

A las 21 horas fue el encuentro con Maritza y su equipo, para volver a recorrer Rancagua de noche y visitar a aquellas personas que se niegan a dormir en albergues y capean el frio a punta de fogatas, cartones, mantas y alguna que otra mascota que les comparte su calor.

Por eso son tan bienvenidos la sopita, el café, el queque y los sándwiches que, junto a voluntarios de la fundación AMEH, un equipo de la Defensoría Regional de O'Higgins salió a repartir, buscando acercarnos a estas personas, varias de las cuales son  usuarias de la institución y no tienen acceso a la información de sus causas o de su situación judicial.

En esta segunda salida ya habían caras conocidas, saludos más confiados y también nuevos rostros, que se sumaron en un recorrido que duró cuatro horas y en el que se entregó asistencia a 28 personas. En cinco de los casos se revisó su situación en detalle, pues tenían causas antiguas no finalizadas que debían regularizarse.

ASESORÍA ON-LINE
En todos estos casos más complejos, el equipo en terreno contó con la asesoría on-line del asesor jurídico de la Defensoría Regional, Gabriel Miranda, quien desde su casa se conectó por video conferencia con sus compañeras y compañeros, mientras revisaba en su computador los datos de las personas representadas.

La señora Patricia, quien vive junto a su pareja frente al Centro de Salud Familiar (cesfam) del sector de Baquedano, se mostró feliz por el regreso de estos operativos de defensa pública.

“Es bueno que vuelvan, así creamos confianzas. No se imaginan la cantidad de personas que llegan acá, prometen cosas y nunca más se les ve. Ustedes con esto demuestran que la preocupación es real”, dijo la mujer, mientras abrazaba con las manos el café humeante que le entregó Maritza.

La jornada terminó cerca de la medianoche, con todas las y los participantes extenuados pero felices, pues saben que esta labor es importante y que sin defensa no hay justicia.

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