Sala de Prensa

13/06/2024

En taller organizado por la Unidad de Estudios de la Defensoría Regional

Defensores públicos de la Metropolitana Norte se capacitan sobre litigación en Corte y contra-examen

El auditorio del Centro de Justicia de Santiago (CJS) y el Centro de Capacitación de la Defensoría Nacional, en Ñuñoa, se convirtieron en salas de litigación, contexto en que más de 20 defensoras y defensores públicos conocieron las técnicas de contrainterrogatorio, con el que se construye el alegato final.

Por María Eugenia González I.,
periodista Defensoría Regional Metropolitana Norte.

Tras dos jornadas de actividades, el pasado viernes 7 concluyeron los talleres teórico-prácticos sobre herramientas de litigación en contra-examen y litigación en unidad de Corte, a cargo del defensor público y profesor Nicolás Orellana Solari y la abogada Lidia Munizaga, ambos de la Defensoría Regional Metropolitana Norte (DRMN).

La jefa de Estudios de la DRMN, Sandra Haro, explicó que los talleres buscan mejorar las técnicas de litigación de los equipos regionales de defensa pública: “La litigación es un desafío permanente y es una materia que debe ser practicada constantemente, más en una región tan grande como la nuestra, donde hay una alta rotación en los equipos de defensa”, explicó.

Haro agregó que una de las jornadas estuvo dedicada a la temática de litigación en recurso: “Es fundamental en la formación de nuestros defensores y defensoras, porque ha aumentado el nivel de recursividad en la Defensoría Regional, lo que nos genera importantes desafíos de cobertura”, dijo.

TÉCNICAS DE CONTRA-EXAMEN
Nicolás Orellana explicó que la capacitación en contra-examen, en tanto, tuvo como objetivo entrenar, conocer y profundizar las técnicas del contrainterrogatorio: “Las y los abogados estamos acostumbrados a trabajar en el mundo de las ideas, pero cuando llevamos esas ideas a la práctica hay un gran trecho. Lo que pretende el taller es recorrer ese espacio y apoyar las técnicas de los defensores llevadas a la práctica”, señaló.

El experto en litigación aclaró que el contra-examen es fundamental en una investigación, pues se desarrolla en la audiencia de juicio oral y para la defensa pública resulta esencial. "Hay una defensa activa, que se defiende probando, y una defensa pasiva, que desacredita la imputación. Nosotros trabajamos desacreditando la prueba y la única forma de hacerlo desacreditar es a través del contra-examen”.

Orellana Solari aseguró que otro propósito del taller fue identificar las tres etapas más importantes del contrainterrogatorio: "Primero, saber para qué me sirve el contra-examen (objetivo); segundo, qué quiero obtener con el testigo que estoy interrogando y, tercero, poder controlar a ese testigo. Si soy capaz de trabajar en esos tres grandes pilares, puedo tener un contra-examen éxitoso, siempre y cuando se aplique correctamente la técnica", aclaró.

El defensor público agradeció y destacó la participación activa de las y los participantes en el taller. “Fue un grupo que se entregó a que le enseñasen, ya que es fundamental en el aprender dejarse enseñar. Si uno no se deja educar, nunca va a poder mejorar y es un aprendizaje conjunto”, sostuvo.

VOLVER A LA REGLA GENERAL
La segunda jornada del taller se realizó en el Centro de Capacitación de la Defensoría Nacional. Lidia Muñizaga, responsable de la Unidad de Corte de la DRMN, fue la encargada de impartir los contenidos, junto al abogado Javier Ruiz, profesional de la Unidad de Corte de la Defensoría Nacional.

La abogada comentó que la finalidad de la capacitación fue invitar a las y los defensores públicoa que litigan de manera preferente en la Corte de Apelaciones para que se especialicen en su quehacer. Según ella, la primera parte fue informativa, pues se entregaron algunos 'tips' sobre aspectos formales del tribunal de alzada, para luego abordar las admisibilidades.

"Queríamos volver a la regla general, a qué resoluciones apelamos y cómo podemos manejarnos en la Corte de Apelaciones con esa información", añadió.

JUEGO DE ROLES
En la segunda parte de esta jornada se realizó una fase práctica, durante la cual los doce defensores públicos presentes trabajaron en un juego de roles. "Interpretamos a fiscales, ministros de la Corte de Apelaciones y, por supuesto, a defensores públicos", explicó Lidia Munizaga.

Esta metodología permitió a las y los participantes asumir diferentes roles e intercambiar perspectivas, lo que les facilitóabordar lo urgente e importante de la litigación en corte, así como observar distintas perspectivas en los argumentos. "Como pares, quisimos compartir lo que funcionaba y lo que no", dijo la abogada.

La profesional de la DRMN hizo una distinción entre argumentar en un tribunal de garantía y fundamentar en la Corte de Apelaciones. "El tribunal de alzada es un mundo de ritos que debemos respetar, ya que representamos intereses ajenos. Por ello, debemos revisar la carpeta investigativa, saber la edad del imputado, conocer su domicilio y escuchar los audios -si los hay-, entre otras cosas. Las y los defensores públicos somos llamados a hacer lo mejor posible y proporcionar información de calidad en la Corte", concluyó.

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