16/04/2012
Columna de opinión:
Salidas alternativas en menores
El siguiente artículo, publicado el miércoles 11 de abril en El Mercurio de Antofagasta, fue escrito por Golda Barrientos, psicóloga de la Unidad de Defensa Penal Juvenil de esa Defensoría Regional.
La suspensión condicional del procedimiento bajo la Ley 20.084 opera para adolescentes de ambos sexos de 14 a 18 años, siendo un instrumento que permite optar a una opción diferente a la persecución penal, donde en contextos particulares no se considera aconsejable la aplicación de una pena, como en el caso de ser primerizo(a) en una causa y que ésta no sea un delito grave, de acuerdo con lo tipificado en nuestras leyes vigentes.
La problemática que pretenden afrontar las salidas alternativas es la intervención oportuna y preventiva con aquellos adolescentes que hayan sido derivados por primera vez a un sistema de justicia por haber cometido un delito, operando como un principio de oportunidad para intervenir de manera diferenciada y temprana, previniendo que estos adolescentes vuelvan a reincidir en un nuevo ilícito.
Datos empírico-estadísticos del trabajo psicosocial especializado de los programas de salidas alternativas de la Región de Antofagasta -como el programa “Jean Beliveau”, que abarca Antofagasta, Tocopilla, María Elena y Taltal, o el programa “Raúl Silva Henríquez”, que comprende las localidades de la provincia El Loa, Calama, San Pedro de Atacama y Ollagüe- revelan buena adherencia y vínculo de trabajo de los adolescentes a sus programas en el cumplimiento de la medida.
Se convierte, así, tanto en un programa eficaz y eficiente como en un factor protector para estos adolescentes y sus familias, pues se ha logrado mantener una tasa baja de reincidencia en nuevos delitos, lo cual sustenta la necesidad de contar con un programa psicosocial especializado con atención diferenciada, orientado a micrologros realistas y cuantificables, para adolescentes que hayan cometido un delito por primera vez.
Con ello no sólo se prevendría la reincidencia, sino que se afectaría menos la inversión socio-jurídica y comunitaria, entre otras, sumado a que se fortalecerían los factores protectores en los y las adolescentes.
Finalmente, al intervenir de manera oportuna con estos adolescentes cuando han cometido la primera infracción judicial y estando sujetos a un programa especializado como los de salidas alternativas, se lograría mitigar drásticamente la reincidencia de ellos en delitos y no se haría necesario que éstos ingresen nuevamente a otros programas de carácter condenatorio, como tampoco iniciar un proceso judicial.
Por Golda Barrientos,
psicóloga de la Unidad de Defensa Penal Juvenil
Defensoría Regional de Antofagasta.
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