Sala de Prensa

28/12/2012

Estuvo a cargo del Defensor Regional (S), Humberto Alarcón Corsi

Defensoría Regional del Biobío organizó cuenta participativa en cárcel de Coronel

También participaron la Defensora Local Jefe de la ciudad, Nelly Navarro, y los abogados María Cristina Melgarejo y Javier Pereira.

La cárcel de Coronel está a pasos del centro cívico de esa ciudad. Es un recinto antiguo, pero que tiene la virtud de ser uno de los tres penales que existen en la provincia de Concepción, descontando el complejo El Manzano y el Centro de Educación y Trabajo (CET) de Punta de Parra, en Tomé. Es la última cárcel antes de ingresar a la provincia de Arauco.

Se trata de un recinto que tiene hoy a cerca de 150 internos, todos imputados o condenados por el nuevo sistema procesal penal y que el próximo año serán trasladados mientras se realizan los trabajos de construcción de nuevos módulos.

Este fue el lugar escogido por la Defensoría Regional para realizar su cuenta pública participativa, la que estuvo a cargo del Defensor Regional (S), Humberto Alarcón Corsi, quien llegó al penal junto a la Defensora Local Jefe de Coronel, Nelly Navarro Rojas, y otros tres funcionarios de la DPP.

EL ENCUENTRO
Fue en la escuela, ubicada en un patio interior del recinto, donde los internos se dividieron entre imputados y condenados, de modo de poder interactuar con mayor comodidad y diferenciar desde la perspectiva técnica sus necesidades y poder entregar las respuestas apropiadas.

Mientras Alarcón y Navarro conversaban con los internos imputados, en una sala contigua la abogado María Cristina Melgarejo, de la unidad de Estudios, y su colega Javier Pereira -uno de los defensores penitenciarios que presta servicios en el Complejo El Manzano de Concepción- se reunían con los internos condenados.

Todos repasaron el propósito que tiene la Defensoría como institución, las obligaciones de sus defensores y defensoras, las posibilidades de reclamar si los usuarios no se sienten bien representados, además de algunas cifras relacionadas con el número de defensores y de personas atendidas.

Fue un diálogo fluido, durante el cual los internos pudieron expresar sus opiniones y realizar algunas solicitudes, las que fueron recogidas desde ambos grupos. La actividad fue valorada por los internos y por la dirección del penal, que colaboró desde un comienzo para que ésta se concretara.

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