Sala de Prensa

23/04/2013

Según el defensor público Washington Fernández, así lo señalan distintos testigos

Hombre que mató a su suegra en Estación Central habría disparado accidentalmente

Además de otras versiones que apuntan en el mismo sentido, una cuarta testigo presencial confirma que lo ocurrido fue un lamentable accidente.

Por José Ignacio Aguirre,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

El relato del fiscal Mauricio Vergara fue impactante para todos los presentes en la audiencia de formalización de Alexis Rojas Astorga (28), quien ayer fue acusado de asesinar alevosamente a su suegra, Raquel Suazo, de un balazo en la cabeza.

Según Vergara, los hechos fueron presenciados por María José Suazo (23), conviviente de Rojas desde hace 10 años e hija de la víctima; Amelia Esperguer, madre de la víctima y abuela de la joven, y Brígida Orias, una vecina.

El persecutor explicó en la audiencia que la pareja del imputado acudió donde su madre después de que éste, en estado de ebriedad, la insultara y amenazara reiteradamente. Rato después, María José volvió a la vivienda junto a su amiga Brígida, su abuela y su madre, y esta última comenzó a discutir con su yerno en el patio de la casa. Durante la discusión él la empujó, por lo que la mujer quedó inconsciente al golpearse la cabeza.

El relato agrega que, mientras las mujeres trataban de reanimar a Raquel Suazo, Alexis Astorga apareció con una pistola, apuntó a su boca y jaló el gatillo, pero nada ocurrió. Después hizo lo mismo apuntando a su cabeza y luego hacia su pareja, María José.

El fiscal agregó que las tres testigos afirmaron que después de esta especie de ruleta rusa, el hombre apuntó a su suegra y le disparó. La bala perforó el cráneo de la mujer, que falleció momentos más tarde. Con estos antecedentes, solicitó la prisión preventiva del imputado.

OMISIÓN
Sin embargo, al revisar la carpeta de investigación, el defensor público Washington Fernández reparó en que el fiscal había omitido aspectos fundamentales del parte policial.

Advirtió, por ejemplo,  que sólo la madre de la víctima -Amelia Esperguer- dijo que el imputado le disparó a la fallecida. En cambio, tanto María José Suazo como Brígida Orias nunca dijeron que “le disparó con la pistola”, sino que “se disparó la pistola”, lo que excluye evidentemente el dolo en la acción.

Agregó que el testimonio revela que cuando el imputado empezó a manipular el arma, su pareja le dijo que “esa pistola está mala”, dando cuenta de que se sabía que el arma no funcionaba.

Durante la audiencia, Fernández citó una serie de doctrinas y autores para acreditar que lejos de estar en presencia de un crimen calificado, como pretendía la Fiscalía, a lo sumo se trataba de un homicidio culposo, siempre que se descartara el hecho de que -dado que la familia conocía que la pistola no funcionaba- su defendido no podría haberse representado un eventual daño si la percutaba.

Agregó que como el imputado no tiene antecedentes penales, se entregó voluntariamente y accedió a prestar declaración ante la policía y la Fiscalía -instancia en que reconoció que su acción provocó la muerte de su suegra-, tiene a su favor a lo menos dos atenuantes en un delito culposo, lo que anticipa que en caso de condena la pena será leve.

Concluyó que los hechos descritos, más su inequívoca conducta de colaborar con la investigación, descartan el peligro de fuga. Por eso, y subrayando que la prisión preventiva jamás puede aplicarse como una pena anticipada, solicitó al tribunal que rechazara la solicitud del fiscal.

PRISIÓN PREVENTIVA
La jueza Isabel Pastrán -quien calificó la exposición de Washington Fernández como “una estupenda clase de derecho penal”- dio por acreditada la existencia del delito, la participación del imputado y acogió la solicitud de prisión preventiva, fundamentando su decisión en el hecho de que las armas no se disparan solas y ni el imputado ni su mujer son peritos balísticos como para afirmar que la pistola “estaba mala”.

La defensa propuso un plazo de investigación de 60 días, lo que fue aceptado por la Fiscalía y decretado por el tribunal.

Al final de la audiencia, Fernández anticipó que apelará de la resolución de prisión preventiva. Reiteró su convicción de que en este caso no existe delito doloso, sino que a lo sumo culposo, y para ello cuenta con una cuarta testigo presencial, cuyo testimonio la fiscalía no consignó. Se trata de la hermana del imputado -Nicol Rojas Astorga-, quien confirmó que lo ocurrido fue un lamentable accidente.

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