Sala de Prensa

10/10/2013

Loreto Flores Tapia, Defensora Regional

“Las personas extranjeras que cometen delitos y que son defendidos no alcanzan un 4%"

Entrevista publicada en diario El Mercurio de Calama

Por Johanna González
Diario El Mercurio de Calama

En septiembre asumió la nueva defensora penal regional, Loreto Flores Tapia, quien se planteó nuevos desafíos, como que todos los abogados que trabajan en esta área cuenten con capacitación especializada en adolescentes infractores de ley, migrantes, indígenas y personas con discapacidad mental, además de seguir asegurando una eficiente defensa.

En su visita a Calama aclaró cuáles son los principales delitos que se comenten en la comuna, quienes son sus protagonistas y cómo la ley ha ido cambiando frente a algunos ilícitos. Asimismo, mencionó su rol y el fin que buscan al defender a un imputado.

- ¿Cuáles son los desafíos planteados en su gestión?

Asumí formalmente el 1 de septiembre de este año, después de un concurso de varios meses. Antes trabajaba como jefa de estudios y proyectos de la Defensoría Regional de Antofagasta, por lo tanto estaba ligada desde hace varios años.

Los objetivos de la Defensoría son seguir prestando defensa penal de calidad, no bajar los estándares que hemos obtenido en la región y particularmente en Calama. A su vez incorporar el desafío de las defensas especializadas, que dicen relación con adolescentes infractores de ley, personas migrantes, con ascendencia indígenas y con discapacidad mental.

En ese ámbito lo que se busca es capacitar a los mismos defensores penales. En Calama la idea es que todos los  que presentan servicios por la Defensoría Penal, ya sean públicos o privados, tengan capacitaciones en estas áreas, particularmente en lo dice con personas indígenas y migrantes, además de la combinación de ambas.

- ¿Cuáles son los delitos más recurrentes en Calama?

Hay una sensación que los delitos de tráfico son los más importantes en la provincia de El Loa, sin embargo, es bajo el porcentaje de casos, sólo un 6,5% del total de los que ve la Defensoría en la región, lo que ocurre es que son de grandes cantidades de droga. En cuanto a lo que más se da a nivel nacional y que se replica en esta provincia, son los contra la propiedad y dentro de estos los denominados no violentos, donde se incorpora el hurto, el robo en bienes que dice relación con el robo de automóviles y en viviendas. El segundo que viene son las lesiones, las que algunas se enmarcan en la violencia intrafamiliar. Después hay una cantidad similar de delitos de distinta índole, como manejo en estado de ebriedad e infracción a la propiedad intelectual, por nombrar algunos.

- ¿Por qué hay más ocurrencia de este tipo de delitos?

Los delitos contra la propiedad están situados con la pobreza y dentro de esto no sólo en relación a no tener trabajo o recursos, sino con que el sujeto está en una situación distinta al resto, por ejemplo, es una persona drogadicta, enferma mental, que no terminó sus estudios, que por sus características le cuesta encontrar trabajo o bien no tiene las habilidades para hacerlo y naturalmente, son los que subsisten con delitos contra la propiedad.

- Existe una sensación que hay más delitos por la presencia de extranjeros…

Con relación a los migrantes hay una visión errada en términos empíricos, porque a nivel regional, no solamente en la provincia, las personas extranjeras que cometen delitos y que son defendidos por la Defensoría no alcanzan un 4%, el 96% es cometido por chilenos, ya sean hombres, mujeres o adolescentes. De este 4% las nacionalidades que influyen son variadas, están peruanos, bolivianos, colombianos, quedando fuera de los porcentajes por ser muy bajas las cifras los ecuatorianos y argentinos. En general los bolivianos y peruanos están ligados con el tráfico de drogas y los colombianos no tienen un delito en particular.

Creo que la gran mayoría de las personas extranjeras que vienen a la Segunda Región son honestas y desean trabajar, sin querer delinquir, pero hay un porcentaje menor que comete delitos y este luce mucho. En definitiva, si se pudiera hacer una explicación con respecto a los ciudadanos colombianos, es porque se incorporan a la sociedad y se establecen, entonces comenten una gama de delitos muy similares a los que se registran en una ciudad común, a diferencia de bolivianos o peruanos que son contactados para el ingreso de droga y están de tránsito.

- En cuanto al rol que cumple la Defensoría y la percepción que tiene la comunidad, ¿cómo explican su labor en el sistema?

Es difícil cambiar la imagen, porque siempre vamos a defender a la persona que se le imputa un delito. Lo importante es que nosotros defendemos personas y no delincuentes. Nuestro rol debería ser entendido como el trabajo que logra establecer un estándar en el sistema para buscar al verdadero responsable de un delito y dentro de esto que se aplique una pena razonable. No siempre la Defensoría busca una absolución como resultado, en casos minoritarios se solicita. Por lo tanto, las personas deberían contar que siempre están expuestas a cometer un hecho ilícito, porque son variados y es ahí donde va a requerir a un abogado penal especializado en esta materia, para que le preste el mejor servicio, el que de acuerdo a su situación económica será gratis o tendrá que pagar al Estado. Al ser de buena calidad debería ser valorado, pero también porque asegura un equilibrio en el sistema.  Hay un buen fiscal, un buen defensor y un juez imparcial. 

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