Sala de Prensa

07/07/2015

Tradicional establecimiento hoy en Las Condes

Alumnos del Colegio Alemán conocieron detalles de la Defensoría y de la ley penal juvenil

- Centro de padres y profesores preocupados porque los jóvenes tomen conciencia de lo que significa ser imputables.

Fundado el 18 de octubre de 1890 por la colonia alemana residente en Chile, el Colegio Alemán es uno de los establecimientos privados más antiguos y reconocidos de Santiago. El objetivo de sus creadores fue impulsar un proyecto educacional laico y de calidad, destinado a todas las familias que desearan preservar el idioma alemán como lengua nativa.

Desde sus inicios y hasta la fecha, es considerado un colegio de excelencia por sus resultados académicos y su carácter bilingüe. Su primera sede estuvo en un edificio de calle Almirante Barroso y su primer día de clases ocurrió el 3 de marzo de 1891, con un total de 89 alumnos de cursos de educación básica.

Décadas después se trasladó a un complejo de avenida Antonio Varas con Eliodoro Yáñez, en Providencia, donde funcionó durante 30 años, hasta que a fines de los '80 se instaló en su actual y definitiva ubicación de Avenida Kennedy con Manquehue, en la comuna de Las Condes.

A pesar de toda esta tradición, los profesores presentes en una charla ofrecida por la Defensoría Regional Metropolitana Norte (DRMN) en torno a la labor de los defensores públicos y las características de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA) aclararon que el Colegio Alemán no está libre de situaciones como que un alumno tome cosas de otros, con una total ausencia de conciencia de lo que significa esa acción.

Menos conciencia existe, advirtieron, acerca de los derechos de los jóvenes que se ven involucrados en delitos, de acuerdo con lo establecido por la LRPA. Por esta razón, el centro de padres decidió reeditar con la DRMN la charla informativa que se ha hecho en años anteriores y que ha logrado particular éxito, dado el interés que estos encuentros han despertado entre alumnos y profesores. Esta vez participaron 80 alumnos de octavo básico, todos de entre 13 y 14 años.

ADOLESCENTES Y LEY PENAL
Durante su exposición, el periodista José Ignacio Aguirre, encargado de Comunicaciones de la DRMN, explicó que si bien la ley rebajó la imputabilidad de los jóvenes a los 14 años, su objetivo no es incrementar la ya muy numerosa población penal con adolescentes, sino hacer que estos menores se hagan responsables de los delitos que cometen, aunque el fin último es sacarlos del mundo del delito en esta etapa temprana.

"Por eso es que la norma establece penas mucho menores que para los adultos, con privación de libertad excepcional y con énfasis en la reinserción social", explicó.

En la misma línea, Aguirre subrayó que el Servicio Nacional de Menores (Sename) es el servicio público se hace cargo de los jóvenes infractores de ley, y no Gendarmería, como ocurre con los adultos. Agregó que esa institución busca incorporar a los jóvenes a programas de rehabilitación de drogas y de reinserción escolar, como también a talleres en que puedan aprender un oficio.

El periodista advirtió también que las fallas y carencias que se han detectado se busca rectificarlas mediante un proyecto que reformará al Sename y que incluirá más recursos para la reinserción social de los jóvenes.  

Según Aguirre, cuando un joven es detenido, la Defensoría Penal Pública dispone en la mayoría de los casos a un defensor penal juvenil especializado en los derechos de los adolescentes. También precisó que cuando un estudiante mayor de 14 años y menor de 18 es detenido -por ejemplo en el marco de una protesta estudiantil- tiene derecho a exigir de inmediato que se le permita llamar a sus padres u otra persona de confianza.

El periodista explicó también que en la audiencia de control de la detención, el defensor hará valer los derechos consagrados en la ley penal adolescente, que es mucho más benigna que la norma general, lo que se expresa en temas importantes, como que las causales para privar de libertad a un menor a través de la medida cautelar de internación provisoria son mucho más restrictivas.

"Lo mismo ocurre con las penas, en caso de condena, pues son ostensiblemente menores que las que se aplican a los adultos".

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