Sala de Prensa

03/08/2015

La actividad fue organizada por la Seremi del ramo

Defensores públicos participan en plaza de justicia penitenciaria en Colina I

La atención de defensores penitenciarios a internos de ese recinto penal revela el rostro más duro y menos publicitado de la justicia.

Por José Ignacio Aguirre O.,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

Los defensores públicos penitenciarios Nicolás Torres y María Paz Ureta, junto a la coordinadora de la Unidad de Defensa Penitenciaria de la Defensoría Regional Metropolitana Norte (DRMN), Claudia Vergara, participaron en una plaza de justicia penitenciaria organizada en la cárcel de Colina I por la Seremi del ramo, con el objetivo de atender los requerimientos de los internos.

Mil 800 personas cumplen allí sus condenas y varias de ellas lo agradecen, porque el recinto es uno de los que más opciones de rehabilitación ofrece en el país, a través de talleres y trabajos remunerados para los internos que en otras cárceles -como Colina II o la ex Penitenciaría de Santiago- son más restringidos.

Esa realidad difiere de lo que ocurre en otros recintos penales del país, donde 40 mil personas cumplen diversas condenas privativas de libertad. Y ello descontando a miles de condenados con bajo compromiso delictual que fueron indultados durante el gobierno anterior, con la finalidad de reducir el grave hacinamiento carcelario de nuestro país, entre otros objetivos. Hasta antes de eso, la población penitenciaria superaba las 50 mil personas.

UNA JUSTICIA DE ROSTRO DURO
En el gimnasio de Colina I los reclusos hacen diversas solicitudes. Escucharlas provoca una inmediata disociación con la percepción del ciudadano común, que vive en libertad. Los internos lamentan estar sometidos al duro sistema de justicia penal chileno, que tiene el mayor número per cápita de personas privadas de libertad en Sudamérica, pese a que el país cuenta con uno de los más bajos indicadores de ocurrencia de delitos en la región.

Un hombre de unos 35 años explica que lleva 17 años recluido por varios robos con intimidación y agrega que le quedan varios más por cumplir. Consulta por beneficios a los que podría postular.

Otro interno, que lleva 12 años preso, consulta algo parecido. Un tercero, de unos 30 años, subraya que lleva años trabajando en los talleres de carpintería del penal y argumenta que está listo para salir y reinsertarse en el medio laboral.

Los defensores públicos anotan y les explican las condiciones que deben reunir para poder postular a los beneficios. Añaden que pasada esa etapa, es una comisión especial la que analiza cada caso.

Al término de la actividad, en la que también participan otros servicios dependientes del Ministerio de Justicia -como el Registro Civil y la Corporación de Asistencia Judicial-, los defensores penitenciarios registraron un total de 75 atenciones. 

  • subir
  • imprimir
  • volver