Sala de Prensa

21/01/2016

Especialmente en juicios orales

Defensores públicos de Magallanes obtienen varias absoluciones en enero

A través de varios veredictos absolutorios para sus representados, los defensores institucionales y licitados de esta zona del país han cosechado frutos tras el esfuerzo desplegado en la gestión de defensa.

Por Héctor Martínez Díaz,
Defensoría regional de Magallanes y Antártica Chilena.

Un buen inicio de año han tenido los defensores públicos institucionales y licitados de Magallanes, región en que se han sucedido sucesivas absoluciones en juicios orales en lo que va corrido del mes de enero.

Un caso especial es el del abogado Pablo Santander, quien ha obtenido cinco absoluciones, cuatro en juicio oral y una en juicio simplificado. Dentro de las primeras destaca el caso de una persona que fue acusada de asaltar a un chofer de taxi. Aunque siempre negó su participación en el hecho, fue sindicado por la víctima como quien le había asaltado.

A juicio del defensor público, dicha identificación fue errónea e inducida, porque inicialmente, en la calle, la víctima identificó a otra persona como quien se subió al asiento trasero su taxi y le puso un cuchillo en el cuello con el fin de robarle.

Sin embargo, tal línea de investigación nunca fue seguida por la Fiscalía o la policía, sino que se optó por el reconocimiento que hizo la víctima del acusado en diligencias posteriores, desde un set de fotografías. Su imagen había sido incluida porque a las policías le habían llegado datos que lo vinculaban con el asalto.

“La víctima no tenía cómo identificar a su agresor. Nunca lo vio, porque estaba de espaldas cuando fue asaltada y un testigo de los hechos reconoció que el agresor actuó con el rostro cubierto”, explicó el defensor público.  

Finalmente, el argumento de la defensa pública fue recogido por el tribunal, que resolvió absolver al acusado de los cargos que se le imputaban. En este caso, y tal como lo señaló Pablo Santander en su alegato de clausura, en contra del imputado pesó el estigma de haber sido previamente condenado y haber cumplido de manera efectiva una pena por homicidio.

RECONOCIMIENTO ERRÓNEO
Otra causa con veredicto absolutorio a cargo el defensor Santander también se relacionó con un erróneo reconocimiento. Se trató de una persona acusada por hurto de materiales de buceo desde una pensión.

La prueba para acusarla era la grabación de un video, realizada por un particular en que, si bien se apreciaba su figura, no se podía distinguir que portara las especies sustraídas, a partir de lo cual el tribunal oral dictó sentencia absolutoria.

Santander agrega que obtuvo igual veredicto en una causa por manejo en estado de ebriedad, luego de que no se pudiera acreditar efectivamente que la persona acusada llegó conduciendo al lugar donde fue fiscalizado, ya que Carabineros concurrió al lugar por una denuncia de violencia intrafamiliar, contexto en que un sobrino del imputado dijo a los policías que su tío había llegado conduciendo ebrio, de modo que la causa por violencia intrafamiliar pasó a ser por manejo en estado de ebriedad.

Según el defensor público, Carabineros hizo caso omiso de la versión del imputado, quien les dijo que era su hijo quien conducía el vehículo y no él, versión que mantuvo durante el desarrollo del juicio. Finalmente, el tribunal consideró que la versión del sobrino no era concordante con los hechos y absolvió al acusado.

DEFENSORES LICITADOS
Pero también los defensores públicos licitados han obtenido buenos resultados en estos primeros juicios orales de 2016. Tal es el caso de Cristian Opazo, quien en un juicio oral logró la absolución de un joven que se había auto denunciado por mantener plantas de marihuana en un macetero situado en el dormitorio de su hogar.

En el juicio oral, el defensor sostuvo que la droga no era para traficarla sino para el consumo personal, exclusivo y próximo en el tiempo del joven, lo que no es una conducta punible.

“Al auto denunciarse, él creía que estaba cometiendo un delito, pero en definitiva no lo estaba haciendo. El tribunal decidió absolverlo, porque se acreditó que las plantas que tenía mi representado en su domicilio no estaban destinadas a un delito de tráfico de drogas, sino para su uso personal”, explico Opazo.

El defensor público acreditó en el juicio  que el joven padece una cardiopatía congénita y ha debido someterse a diversas operaciones, que han dejado grandes cicatrices en su cuerpo, las que fueron mostradas en el juicio. Opazo explicó que con la marihuana, el joven pretendía hacer aceite para borrar los rastros de estas cirugías.

Una constante para lograr positivos resultados es la excelencia en la calidad de la defensa desplegada, que la Defensoría ha sabido inculcar a sus abogados institucionales y licitados en diversas capacitaciones. No obstante, y más allá de cualquier esfuerzo o de estos resultados recientes, es usual en la gestión de causas penales obtener resultados adversos.

 

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