Sala de Prensa

17/02/2017

Defensoría Regional de Aysén

Destacan compromiso de funcionarios con el medio ambiente

A través de un punto de recolección instalado en sus oficinas, funcionarios de la Defensoría Regional de Aysén reciclan elementos no orgánicos. La Defensoría Penal fue la primera institución en la región en sumarse al desafío de cuidar el medio ambiente.

Por: Valeska Olavarría G.

Periodista.

Defensoría Regional de Aysén

Con seis meses de funcionamiento, el Punto Verde de la Defensoría Regional de Aysén ha permitido reciclar una importante cantidad de vidrio, plástico, tetra brick, latas y papel, en una alianza estratégica con Fecunda Patagonia, micro empresa que en Coyhaique ofrece un servicio gratuito de reciclaje para toda la comunidad.

Cuando en agosto pasado Fecunda Patagonia abrió las puertas del primer y único Eco Punto que en Coyhaique acopia residuos domiciliarios para reciclaje, la Defensoría Penal fue el primer servicio público de la región en sumarse a esta propuesta. Es así que se adquirieron, en la misma empresa, contenedores para que los funcionarios reciclaran los desechos que producen en sus oficinas y en sus hogares, y periódicamente los llevaran al Eco Punto de la ciudad para iniciar su proceso de reutilización.

Para Fernando Acuña, Defensor Regional de Aysén, esta experiencia les ha permitido profundizar en la preocupación por el medio ambiente y su cuidado. “Aunque mucha gente aún no tome conciencia, la preservación del medio ambiente es un tema fundamental, no es posible seguir contaminando nuestro planeta al ritmo que lo estamos haciendo y pretender tener un futuro – para todos – con buena calidad de vida”, dijo.

Este es el concepto bajo el cual se trabaja en el Punto Verde de la Defensoría Regional – iniciativa que además los ha convertido en la primera Defensoría Verde del país.

Con un trabajo progresivo, sustentado en el interés de funcionarios y directivos de la institución, se trabaja a diario para fomentar la cultura del reciclaje.

“De a poco hemos ido logrando que más personas se sumen a esta actividad, que es absolutamente voluntaria – comentó Acuña - ha sido un trabajo lento pero que ha dado sus frutos porque cada día internalizamos más el concepto de reutilizar,  que implica una serie de pasos: desde la compra inteligente y responsable, a pensar antes de desechar un elemento, limpiarlo de ser necesario, depositarlo en los contenedores y luego llevarlos hasta el punto de recolección”, dijo.

Marianela Molina, funcionaria de la Defensoría Regional de Aysén, comentó que esta iniciativa le permite asumir un compromiso mayor con el cuidado de nuestro medio ambiente “reciclar se ha vuelto una costumbre para mi familia y ya no podemos sólo tirar a la basura algo que no sirve  (…)  si vamos sumando los esfuerzos personales nos daremos cuenta que el aporte que podemos hacer es enorme”, comentó.

Otra de las ventajas de esta actividad es que genera un espacio para compartir intereses e ideas entre los funcionarios, beneficiando el clima laboral.

Reciclaje en Coyhaique

Después de seis meses de reunir residuos no orgánicos, el diciembre pasado Fecunda Patagonia despachó a las plantas de reciclaje en Santiago, su primer camión con 9.7 toneladas de residuos.  Se trata de más de nueve toneladas de desechos no orgánicos que no fueron a parar al basural de la ciudad, contaminando agua y suelo de una de las regiones del país conocidas por sus hermosos entornos naturales.

Paulina Monsalve Suter, representante legal de Fecunda Patagonia, hace un positivo balance del  camino recorrido con este emprendimiento, que no sólo busca ser una empresa redituable sino que constituirse en un aporte para el cuidado del medio ambiente.

“En un principio – dice - lo que más costó fue que la gente traiga los residuos limpios, pero lo han ido internalizando de a poco (…) ahora estamos en proceso de que las personas se acostumbren a traer sus residuos, sobretodo los plásticos, bien separados”, dijo.

Respecto de las instituciones públicas en general, Paulina Monsalve señala que estas aún no adoptan la costumbre de reciclar, “más bien funciona cuando dentro de la institución hay algún funcionario que quiera y le interese hacer el proceso – dijo. - Durante los meses que llevamos de funcionamiento con el EcoPunto, el interés de las instituciones ha aumentado gradualmente, la Defensoría Penal fue la primera en asumir este compromiso y trabajar con nosotros; pero un momento fue clave se dio luego del envío del primer camión con residuos a las plantas de reciclaje, desde ahí la participación ha aumentado”, concluyó.

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