Sala de Prensa

19/11/2019

En el marco de una actividad de difusión de derechos en torno a la Ley N° 20.084

Único joven interno en CRC de Coyhaique se reunió con la dupla de defensa penal juvenil

Coyhaique es la única ciudad de la región de Aysén que cuenta con un centro de internación provisoria (CIP), de régimen cerrado y semi cerrado (CRC) para adolescentes.

Por Valeska Olavarría G.,
periodista Defensoría Regional de Aysén.

Históricamente, la cifra de adolescentes mayores de 14 y menores de 18 años que son condenados a reclusión total en la región de Aysén es baja, con cifras que han seguido disminuyendo en los últimos años. Tanto es así que hoy hay un solo joven -Felipe- recluido en el Centro de Régimen Cerrado (CRC) de Sename.

El joven fue visitado por la dupla de defensa penal juvenil de la Defensoría Regional de Aysén, integrada por el abogado Israel Villavicencio y la trabajadora social Orietta Rodríguez, con el objetivo de realizar un seguimiento a su situación dentro del recinto, revisar con él los derechos y garantías que lo asisten bajo la Ley N° 20.084 de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA), además de conversar sobre su reincorporación al medio libre, hecho que debiera concertarse dentro de algunos meses.

“Casos como los de Felipe son, lamentablemente, más comunes de los que se cree. Un conjunto de malas decisiones en hechos que realmente no son de alta gravedad puede generar la pérdida de la libertad de un adolescente que tiene familia, estudia y tiene un interés laboral a desarrollar”, sostuvo Villavicencio.

CASOS RECUPERABLES
El abogado destacó que estos son los casos que pueden recuperarse, mediante una razonable aplicación de las normas y de políticas públicas efectivas, que se ocupen de desarrollar las potencialidades de los jóvenes infractores de ley.

Orietta Rodríguez, en tanto, explicó que mediante este tipo de visitas “tratamos que los adolescentes comprendan sus derechos y garantías, pero también les hablamos de los deberes que deben cumplir para acceder a medidas alternativas a la reclusión y otros beneficios (…) Enfatizamos que pasar por el sistema no vale la pena y que son ellos los primeros que deben cuidarse. En caso de que nos necesiten, siempre estaremos prestos a orientarlos y representarlos”, señaló la trabajadora social.

El joven interno dijo conocer sus derechos y comprender sus errores. También mostró interés por retomar una vida tranquila y normal en libertad, terminando sus estudios y ojala trabajando en el taller mecánico de un tío.

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