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09/12/2019

Por tercer año consecutivo en la cárcel de Calama

Antofagasta: Defensoría Regional desarrolla un nuevo taller de telar indígena para mujeres privadas de libertad

Gracias al auspicio de la Corporación de Turismo y Cultura de la Municipalidad de Calama y la colaboración de Gendarmería de Chile, se inició la tercera versión de este curso, que busca rescatar técnicas indígenas de tejido ancestral.

Por Julia Arriagada Márquez,
Defensoría Regional de Antofagasta.

Las versiones 2017 y 2018 del taller de telar ancestral dirigido a mujeres indígenas privadas de libertad fueron un éxito. Además de brindar a las participantes las herramientas para desarrollar actividades económicas vinculadas a su cultura originaria, los trabajos que se desarrollaron en estos cursos han sido expuestos en ferias artesanales y eventos de emprendedoras.

Esta iniciativa de la Defensoría Regional de Antofagasta ha sido posible gracias a la colaboración de la Corporación de Turismo y Cultura de la Municipalidad de Calama, que desde sus inicios aportó los recursos para cubrir los honorarios de la tallerista María Soledad Toro, una conocida artesana calameña que concurre semanalmente al Centro de Detención Preventiva (CDP) de esa ciudad, para trabajar allí con estas mujeres privadas de libertad, muchas de las cuales son extranjeras y no cuentan con redes de apoyo en Chile.

El taller, que se desarrolla en un mes y medio, se inició con el primer contacto de las alumnas con las herramientas que deberán llegar a dominar: el telar de pedal, las técnicas de urdiembre y la materia prima natural. Como muchas de ellas son hablantes originarias del quechua, la profesora aprovecha la instancia para que entre las alumnas compartan conceptos de la cosmovisión indígena y hagan comunes sus vivencias en sus pueblos de origen.

FACILITADORA INTERCULTURAL
La organización del taller está a cargo de la facilitadora intercultural de la Defensoría Regional, Marioli Lique Mondaca, quien además de los esfuerzos por mantener vigente este proyecto en el tiempo, destacó la relevancia de brindar a las mujeres indígenas espacios de encuentro como estos.

“La privación de libertad es una condición que afecta mucho a las personas autóctonas, ya que el contacto con la naturaleza y la tierra son fundamentales para ellas, asunto que es casi imposible mantener vigente dentro de una cárcel como la de Calama. A través del taller les entregamos algún tipo de conexión con su pueblo, su origen y sus valores ancestrales. Ellas agradecen mucho este espacio y debemos mantenerlo”, explicó Marioli Lique.

Como en años anteriores, al término de las jornadas de aprendizaje las mujeres expondrán sus trabajos ante la comunidad, mediante una muestra que se desarrollará al interior del penal. Además, la Defensoría Regional, Loreto Flores, se encargará de llevar los productos a muestras más masivas, destacando siempre su origen indígena y la particularidad de haber sido desarrollados por mujeres privadas de libertad, lo que permite desatacar el trabajo de cada una de las participantes.

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