Sala de Prensa

20/03/2024

La defensa pública fundamentó sus alegaciones en violencia de género permanente sufrida por ella

Corte de Apelaciones de Antofagasta absolvió a mujer acusada de parricidio

La Corte dictó una sentencia de reemplazo que acoge la legítima defensa, frente a la agresión física y psicológica de que era objeto la acusada por su ex conviviente, lo que la sumió en un síndrome de mujer maltratada y de desesperanza o indefensión.

Por Julia Arriagada Márquez,
Defensoría Regional de Antofagasta.

Un nuevo fallo con enfoque de género dictó hoy la Corte de Apelaciones de Antofagasta, al anular la condena de cinco años que el Tribunal Oral de Antofagasta había impuesto a una mujer acusada por el delito de parricidio contra su ex conviviente, tras lo cual los magistrados dieron paso a su absolución, a través de una sentencia de reemplazo en que se reconoce la legítima defensa en contexto de violencia de género permanente en su contra.

El caso, que data de 2020, fue asumido por la defensora pública Nolvia Collao Collao, quien dedujo un recurso contra la sentencia dictada previamente por el Tribunal Oral en lo Penal, argumentando una errónea aplicación del derecho, por no haber considerado concurrente la circunstancia justificante de responsabilidad penal de legítima defensa.

Según los mismos argumentos, ello influyó sustancialmente en lo dispositivo del fallo, dado que la acusada era víctima de constantes agresiones físicas y psicológicas mientras convivió con el fallecido, desde marzo de 2019 hasta su muerte, que se produjo el 15 de noviembre de 2020, situación que no fue considerada por el tribunal durante el desarrollo del juicio oral.

En su recurso de nulidad, la defensora pública expuso que “se demostró que la encartada sufría violencia intrafamiliar, la cual se mantenía en forma constante y sistemática de parte del occiso, y si bien pudo haberse tratado de violencia mutua, lo relevante en este punto es que efectivamente fue objeto de una agresión ilegítima actual e inminente, lo que la llevó a aislarse de las demás personas. En contexto de pandemia, ello la hizo más vulnerable e incapaz de salir de ese círculo vicioso, configurándose una agresión ilegítima constante hacia su persona”.

Una vez admitido el recurso contra lo resuelto por el Tribunal Oral, que había dictado una pena de cinco años, fue el abogado Mauricio Suazo Araya, de la Unidad de Estudios y Proyectos de la Defensoría Regional, quien se hizo cargo de las alegaciones ante la Corte de Apelaciones.

En esa instancia expuso los antecedentes que daban cuenta de que la acusada permanecía en un contexto de violencia intrafamiliar de tal envergadura, que manifestaba una indiscutible necesidad de defensa frente al riesgo permanente, grave e inminente que la víctima representaba para su vida e integridad física y psicológica.

Tales argumentos se sustentaron en declaraciones de numerosos testigos y en la evidencia física, que denotaba mordeduras, lesiones y laceraciones de antigua data en distintas partes del cuerpo de la mujer, todas provocadas por la víctima.

SENTENCIA DE REEMPLAZO
En su sentencia de reemplazo, los ministros integrantes de la tercera sala de la Corte de Apelaciones acogieron las alegaciones expuestas por la defensa pública y concordaron en que las acciones desarrolladas por la acusada resultaban constitutivas de un caso legítima defensa propia.

Ello, porque "las acciones lesionadoras que perpetró fueron precedidas de una agresión ilegítima de quien resultó muerto en esa ocasión y se verificaron en respuesta a esta agresión ilegítima, inminente, real y actual, en un contexto de violencia de género permanente, en el que se atentaba en el cotidiano en contra de su integridad corporal y su vida, presupuestos bajo los cuales el legislador entiende justificado la lesión de los bienes jurídicos que en la especie han resultado conculcados".

De esta forma, gracias a la labor coordinada entre los abogados Nolvia Collao y Mauricio Suazo, la Defensoría Regional de Antofagasta suma una segunda sentencia en que el argumento de la legítima defensa se vincula a la violencia permanente que sufría la acusada en manos de la víctima, lo cual sienta importante jurisprudencia con enfoque de género.

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