Sala de Prensa

11/12/2012

Columna de opinión:

El respeto por las víctimas terciarias

El siguiente artículo, escrito por la defensora penal pública Ximena Gutiérrez Jaramillo, fue publicado el pasado jueves 6 en El Diario de Aysén.

Una víctima no es sólo la persona que sufre en carne propia un delito. Una víctima es también aquel padre, madre, hermano, hijo o hija de quien es imputado o condenado por dicha acción y es lo que se conoce como víctima terciaria.

Ocurre que, en la gran mayoría de los casos, la familia de quien ha cometido un delito no tiene culpa alguna de lo que esta persona ha hecho y, sin embargo, debe soportar que el nombre de su familia sea mencionado una y otra vez en tribunales y en la prensa, al narrar hechos que –seguramente- les causan dolor y que los avergüenzan frente a sus amigos y vecinos.

Al hacerse públicos los acontecimientos, estas personas -al igual que el imputado o condenado- cargan con un fuerte estigma social, pero en su caso, sin tener ninguna participación en el delito cometido.

Por ello es necesario que tanto las instituciones intervinientes en el sistema como los medios de comunicación tomemos conciencia del daño que podemos generar en personas inocentes, al tratar descuidadamente hechos que pudieran afectarlos.

Hace poco conversé con un familiar de una persona que hoy está condenada por el delito de parricidio en contra de su pareja. Me manifestó con profundo dolor lo que sentía cada vez que los medios reproducían nuevas declaraciones de fiscales en torno a la causa, que afectó nada menos que a uno de sus padres.

Aunque esta persona comprendía que la publicidad es parte del sistema procesal penal y que la prensa realiza su trabajo, le dolía constatar que los hechos eran narrados con lujo de detalles en varias ocasiones, incluso cuando ya se había dictado una sentencia.

La línea ética que separa lo que puede hacerse y lo que no es muy delgada y -en ocasiones- difusa. Por lo mismo, se hace necesaria una reflexión objetiva y que el buen juicio prime en la forma en que se entregue una declaración, se emita un juicio o se publicite un hecho.

Por Ximena Gutiérrez Jaramillo,
defensora local de Coyhaique.

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