Sala de Prensa

20/04/2017

Ante reciente veredicto condenatorio

Defensa de Mauricio Ortega evalúa ejercer recursos permitidos por la ley

Las líneas de acción a seguir dependerán del análisis de la sentencia, cuya lectura está fijada para el 2 de mayo a las 16 horas.

Por Valeska Olavarría G.,
Defensoría Regional de Aysén.

Ante una sala repleta de público y periodistas, el pasado 18 de abril el Tribunal Oral en lo Penal de Coyhaique emitió veredicto condenatorio por los delitos de femicidio frustrado y lesiones graves gravísimas contra Mauricio Ortega por la agresión que Nabila Rifo sufrió el 14 de mayo de 2016. Asimismo, el Tribunal lo absolvió del delito de amenazas y lo condenó por el de violación de morada, por hechos ocurridos en junio de 2015.

Pese al complejo escenario que enfrenta Mauricio Ortega tras este veredicto, en cuyo contexto la Fiscalía solicita 26 años de presidio, el defensor público Ricardo Flores se mostró tranquilo. “Sabíamos que era un escenario posible y lo que corresponde ahora es esperar la lectura completa de la sentencia para evaluar y eventualmente ejercer los recursos que la ley permite”, señaló.

En opinión de Flores, después de un extenso y complejo juicio, no existe  en este caso la certeza ni la convicción necesarias para condenar al imputado por los horribles hechos de los que se le acusa. "No están las condiciones, por las contradicciones y versiones contrapuestas de testimonios vertidos en este juicio, así como por la evidencia científica presentada", explicó.

“El delito ocurrió, eso jamás lo hemos cuestionado, pero lo que no existe es la convicción de que el imputado sea el autor y lo que debemos propender como sistema es llegar a una justicia que aclare cómo sucedieron los hechos y no a un ajusticiamiento del imputado”, agregó.

VOTO DISIDENTE
El magistrado Rolando Del Río Moncada, juez presidente del tribunal y quien votó por absolver a Mauricio Ortega, mencionó estas dudas como la base de su voto disidente.

"La víctima incurrió en una insubsanable contradicción. Sostuvo por un tiempo que su pareja era inocente, dando razones de sus dichos. Finalmente, en el juicio, termina culpándolo, sin justificar, a cabalidad, este giro, hecho que ha generado más dudas que certezas (…) Su primer relato fue traído a juicio por dos profesiones: la doctora Sandra Moglia, con especialidad en psiquiatría, y Susana Pavie, psicóloga. Ambas la entrevistaron. Afirmaron que la paciente estaba orientada en el tiempo y tranquila. Ella, como se dijo, inculpó a un tercero como autor de este delito y en varios pasajes de la entrevista dijo expresamente: Mauricio Ortega no es el autor. Tanto así, que dijo estar preocupada por qué Mauricio no la iba a visitar, hecho que reconoció en su declaración judicial".

El juez continuó señalando que "se quiso retratar al encartado como un sujeto violento. Sin embargo, salvo un episodio objetivo, el de violación de morada, no hay otros antecedentes que evidencien una conducta agresiva como conducta habitual. La propia afectada, durante la entrevista con la doctora Moglia, dijo que Mauricio no se descontrolaba, que cuando estaba molesto se iba a acostar. El relato entregado por la víctima a las profesionales ya citadas fue contundente, claro y preciso: exculpó al acusado Ortega. Fue una exposición coherente, en lo interno y en lo externo, dijo la psicóloga. La víctima culpó de este delito a un sujeto alto, delgado, que vestía como metalero, que la tocaba, como que la quería violar. El personal del SAMU que se hizo presente en el lugar, vio a la víctima con sus calzas abajo, en los tobillos, situación que se guarda relación con este relato".

Sostuvo también que "a lo anterior se agrega la ausencia de un examen de laboratorio para determinar la constitución íntima de los trozos de hormigón encontrados con sangre en el sitio del suceso, para compararlos con los encontrados en la casa del imputado. De esta manera se pudo haber aclarado si eran o no parte de una misma estructura; no hay prueba de ADN que vincule, de manera concluyente, al acusado con la autoría en este delito", sostuvo.

En conclusión del magistrado Del Río, "al final, tenemos dos versiones dadas por la propia víctima, que se contraponen. El primer relato ante las profesionales mencionadas, a juicio de este juzgador, fue espontáneo e impresionó sincero, porque, además, se articulan a él otras pruebas, por ejemplo la declaración de los adolescentes. El segundo relato no resulta del todo convincente. Dijo que no contó la verdad la primera vez, porque quería que Mauricio le explicara a ella qué había pasado. No parece razonable esta actitud frente a un hecho tan espeluznante. Esta paradoja no fue superada con otras pruebas. Para condenar se requiere un alto grado de certeza y no de meras probabilidades".

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