Sala de Prensa

02/10/2018

El imputado finalmente fue sobreseído por la justicia

WhatsApp, pórticos de autopistas y video acreditan inocencia de taxista que pasó 54 días preso

Los defensores públicos Nelson Salas y Milenka Altamirano cuestionaron que la Fiscalía diera más crédito al testimonio equivocado de una víctima que a estos medios tecnológicos, que constataban la nula participación del chofer en una estafa telefónica.

Por José Ignacio Aguirre O.,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

En esta historia eran muchas las pruebas que acreditaban la inocencia del taxista Alejandro Reyes, por lo que los defensores públicos Nelson Salas y Milencka Altamirano alegaron la particularmente injusta e innecesaria privación de libertad que sufrió su defendido.

Sin embargo, un cambio de fiscal en la causa permitió que el Ministerio Público se abriera a ver lo que para la defensa era evidente. El chofer, que no tenía antecedentes penales, era absolutamente inocente. 

El drama de Alejandro Reyes comenzó el 15 de junio pasado. Partió muy temprano la jornada en su radiotaxi, con una carrera al aeropuerto, para luego irse a descansar a su casa. Según el sistema de seguimiento de la central de taxis donde trabaja, el conductor estuvo en su casa entre las 10:29 y las 13:50 horas. Salió cuando Marlit González, una clienta frecuente, lo llamó para un traslado que se efectuó entre las 13:59 y las 14:21. Al dejar a la pasajera en el centro de Santiago, dos mujeres y un joven le pidieron un traslado en el que sólo se subió el varón. Ahí comenzó el drama para el inocente chofer.

ESTAFA TELEFÓNICA
Según la investigación de la fiscalía, un par de horas antes de este encuentro se estaba cometiendo un delito del tipo 'cuento del tío'. 

Cerca de las 13:00 horas de ese día, la asesora del hogar Liliana Sotelo se encontraba trabajando en una casa de Las Condes cuando recibió un llamado de una persona que dijo ser el hermano del dueño de casa.

El hombre le informó que sobrevenía un inminente embargo de bienes, por lo que debía de entregar todas las especies de valor de la vivienda a un sobrino llamado Martincito. Pocos minutos después llegó un joven que se identificó con ese nombre, pero que según la investigación policial era en realidad Yuliano Córdoba, de 18 años. El jeven venía en un taxi en el que cargó los bienes que Sotelo le entregó, diciendo que volvería después.

Todo indica que el joven se trasladó hasta el centro de la capital en el vehículo de alquiler y después de trasladar las cosas, decidió volver para continuar la sustracción ilícita, por lo que tomó otro taxi. Lamentablemente, el nuevo vehículo era conducido por el desafortunado Alejandro Reyes.

INOCENTE FORMALIZADO Y ENCERRADO
En el intertanto, entre una visita y otra, la víctima había contactado a la dueña de casa, con lo que el engaño quedó al descubierto. Por eso, al llegar por segunda vez a la casa de Las Condes, Yuliano Córdoba fue detenido. La desgracia cayó sobre el conductor cuando la empleada doméstica aseguró a la policía que se trataba del mismo taxi de la primera vez, en el que el joven se había llegado las cosas.

Tras pasar una noche en la comisaría de Las Condes, Alejandro Reyes fue formalizado en el Cuarto Tribunal de Garantía de Santiago por el delito de robo en lugar habitado. A pesar de no tener antecedentes penales, la fiscal a cargo, Lorena Parra, solicitó su prisión preventiva.

La defensora pública Milencka Altamirano se opuso, porque a su juicio tal medida era innecesaria, dada la intachable conducta anterior y el arraigo de su representado, ya que Reyes tiene familia y trabajo estable. Más aún, explicó que bastaba con que el fiscal revisara los registros de la central de taxis para comprobar el error de su imputación, o bien que esperara el informe de los pórticos de las autopistas.

Un tema especialmente cuestionado por la defensa pública fue que, para privar de libertad al imputado, la fiscal Parra argumentara que él supuestamente no tenía los papeles de su taxi, en circunstancias de que el conductor tenía sobre el asiento del copiloto la carpeta con todos sus documentos.

A pesar de lo anterior, la jueza Francis Fell decretó la prisión preventiva del imputado y, aunque la defensa apeló ante la Corte de Apelaciones de Santiago, la sala integrada por los ministros Juan Manuel Muñoz, Fernando Carreño y Ángel Cruchaga confirmó la privación de libertad.

DETERMINANTE CAMBIO DE FISCAL
Para las siguientes audiencias asumió la representación de Reyes el defensor público Nelson Salas, aunque Milencka Altamirano siguió apoyando las gestiones. Ambos acumularon pruebas esenciales que acreditaban la inocencia de su defendido. A los registros de la central de radiotaxis se sumaron los mensajes de WhatsApp de la clienta frecuente Marlit González, que deban cuenta de que, a la hora del primer retiro de bienes robados bajo engaño desde la casa de las víctimas, Alejandro Reyes estaba en el trayecto para trasladarla.

También se exhibió un video grabado por la esposa del imputado, cuando la propia policía retiró la carpeta con los documentos del taxi, los mismos que después en audiencia la fiscal dijo que no existían.

En una posterior revisión de medidas cautelares, realizada el 4 de julio, la jueza Carolina Herrera acogió los argumentos de la defensa pública y revocó la prisión preventiva del taxista, pero la fiscal Lorena Rodríguez apeló verbalmente y la Corte De Apelaciones dejó sin efecto la revocación y Alejandro Reyes debió continuar detenido.

Esta vez, sin embargo, la votación fue dividida. Los ministros Juan Manuel Muñoz y Fernando Carreño volvieron a votar por mantener la medida cautelar, mientras que José Luis Zepeda estuvo por dejar en libertad al imputado.

Los defensores Salas y Altamirano consignan como un hecho relevante que en agosto asumió Fernando Anaís como nuevo fiscal de la causa y que, al conocer todos estos antecedentes exculpatorios, estuvo llano a dejar sin efecto la prisión preventiva del taxista, para una posterior liberación de cargos.

A ello se sumó el hecho de que el 1 de agosto le tomó declaración al imputado Yuliano Córdoba, quien reconoció su participación y confirmó que la intervención del taxista fue totalmente accidental, ya que simplemente conducía un auto que él paró en la calle para volver a la casa de Las Condes.

Así, el 7 de agosto y con acuerdo de la Fiscalía, la magistrada Andrea Osorio decretó la libertad del conductor. Finalmente el 31 de agosto, nuevamente con acuerdo del fiscal Anaís, el juez Guillermo Rodríguez decretó el sobreseimiento definitivo de Alejandro Reyes.

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