Sala de Prensa

29/10/2018

En diálogo efectuado en cárcel serenense

Defensora Regional de Coquimbo conoció requerimientos de condenados de módulos LGTB

Defensora Regional y Jefa de Estudios se reunieron con población de los módulos 93 y 94 correspondiente a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.

Por Daniel San Martín D.,
Defensoría Regional de Coquimbo.

Discriminación y carencia de oportunidades dentro de los programas de reinserción para el grupo de poblaciónque integran manifestaron internos condenados de los denominados módulos especiales de minorías de diversidad sexual del Complejo Penitenciario de La Serena, durante un diálogo que sostuvieron con las máximas autoridades de la Defensoría Regional de Coquimbo.

Ante la Defensora Regional, Inés Rojas, y la jefa de Estudios, Yasna Rojas, once internos de la población LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) recluidos en los módulos 93 y 94 de la cárcel Huachalalume señalaron unánimemente como primordial requerimiento el tener acceso a actividades recreativas, participar en talleres que les permitan obtener un oficio y asistir a la escuela.

“Por nuestra condición sexual, en estos módulos que llaman especiales lamentablemente no tenemos las mismas oportunidades que el resto de los reclusos. No podemos ir a la escuela o aprender un trabajo en capacitaciones, porque no pueden mezclarnos con el resto de los internos. Eso derechamente es discriminación”, sentenció una interna.

Las condenadas contaron que la única actividad que desarrollan fuera de los módulos es asistir al gimnasio durante una hora dos veces por semana. En este sentido, la jefa de Estudios reconoció que la oferta programática que reciben es muy precaria y según lo indagado, la justificación de Gendarmería y la concesionaria Siges es que, de acuerdo al contrato vigente, los talleres exigen un mínimo determinado de personas -generalmente 15-, cantidad que en este caso desafortunadamente no se cumple.

POBLACIÓN DESAMPARADA
Añadió que desgraciadamente esta es una población bastante desamparada y con necesidades muy básicas, porque varios internos provienen de otras ciudades y no tienen arraigo en la región ni cuentan con visitas de familiares.

“Algunos no poseen útiles de aseo, usan durante varios días la misma ropa y les faltan implementos para recrearse, como libros o una mesa de pinpón, entre otros”, indicó.

La Defensora Regional apuntó que al igual que en el encuentro que sostuvo recientemente con mujeres condenadas, oficiará a Gendarmería y a la empresa Siges para conocer la oferta programática de capacitaciones y el motivo de esta segregación.

Agregó que por mientras apelará al espíritu solidario de los funcionarios de la Defensoría Regional de Coquimbo y organizará una campaña de cooperación para este grupo vulnerable, con implementos de aseo, ropa, lápices de colores, libros y cuaderno o croqueras.

Finalizado el diálogo abierto los reclusos fueron atendidos personalmente. Esencialmente, plantearon solicitudes de traslado a otros penales y unificación de penas, requerimientos que serán derivados a los defensores penitenciarios.

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