Sala de Prensa

09/10/2019

El caso ocurrió en la Región de Arica y Parinacota

La Defensoría logró demostrar la inocencia de un hombre acusado de violación

Aunque la Fiscalía se opuso, el juez Héctor Barraza valoró que las pruebas científicas, realizadas principalmente a la ropa que la menor víctima usaba el día del ataque sexual, mostraran el ADN de un hombre distinto a Julio Carvajal, lo que evidenció con certeza que él no tuvo participación en los hechos que se le imputaron y por los que estuvo privado de libertad.

Por Varlenka Olivares Fuentes,
periodista Defensoría Regional Arica y Parinacota.

"A juicio de este tribunal, se cumple con los antecedentes que permiten acceder a la petición de la defensa y declarar el sobreseimiento de esta causa (…) ha quedado demostrada la inocencia del imputado”. Con estas palabras, el juez Héctor Barraza, del Tribunal de Garantía de Arica, puso fin al calvario de más de un año que vivió el chofer de colectivo Julio Carvajal Salfate tras ser acusado de violación de una menor de edad. 

Durante la audiencia de sobreseimiento -solicitada por la Defensoría y desarrollada el pasado martes 8-, y pese a la oposición de la Fiscalía, el juez Barraza valoró que las pruebas científicas -realizadas principalmente a la ropa que la víctima usaba el día en que fue atacada sexualmente- mostraran un ADN de un hombre distinto a Carvajal, lo que evidenció con certeza que el imputado no tuvo participación en los hechos que se le imputaron y por los que estuvo privado de libertad. 

Tras la lectura del veredicto, Julio Carvajal abrazó a su abogado público, el defensor local jefe de Arica, Sergio Zenteno, y luego salió agradecido a hacer lo mismo con su esposa, su hermana y su mamá. En detalle, el sobreseimiento de esta causa se logró luego de que Zenteno solicitara la audiencia tras escuchar las discriminaciones que sufría su representado, quien pese a que la Fiscalía había decidido hace varios meses no perseverar en su contra, seguía siendo visto con sospecha. 

LA ACUSACIÓN 
Este caso se remonta a mayo de 2018, cuando Carvajal Salfate manejaba su colectivo y tras un día común y corriente de trabajo terminó siendo acusado de violación contra una menor de edad, tras la cual debió pasar 9 meses cumpliendo prisión preventiva y otras medidas cautelares.  

“Me daba miedo lo que podía pasarle a mi familia acá afuera, nos amenazaban. Yo me podía defender en la cárcel, pero el acoso por redes sociales continuaba contra mi familia”, explicó. 

La acusación en su contra tomó tal relevancia, que fue víctima de “funas” por redes sociales y objeto de marchas en las que se pedía que se le castigara por la violación. Sin embargo, desde un inicio su defensa pública explicó su teoría de que Carvajal era inocente, versión que él también sostenía y que al principio le permitió ser investigado en libertad, hasta que una decisión de la Corte de Apelaciones de Arica determinó su prisión preventiva en el Complejo Penitenciario de Acha. 

“Mis hijos fueron muy perjudicados. Tengo cuatro hijos, de ellos dos son mujeres, y tengo nietas también. O sea, cómo yo voy a hacer algo así. Una de mis hijas no pudo estudiar en la universidad por el acoso de la redes sociales y la otra no pudo ingresar a Gendarmería por la investigación que pesaba en mi contra”, agregó. 

Pese a que había incongruencias y falta de pruebas en la investigación, Julio Carvajal fue acusado por el Ministerio Público, hasta que finalmente éstas quedaron en evidencia y permitieron que el ente persecutor optara por no perseverar en su contra, tal como lo señala el documento oficial que la Fiscalía presentó en marzo pasado. 

Julio Carvajal creyó que a partir de ese momento todo iría bien, pero a raíz de la gran connotación que tuvo el caso, cuando buscó trabajo para reinsertarse en la sociedad -entendiendo que no había pruebas o condenas en su contra-, las opciones le eran negadas o, si bien las obtenía, era despedido inmediatamente despedido tras ser reconocido como quien fue acusado de la violación. 

Angustiado, el colectivero se acercó nuevamente a la Defensoría Regional de Arica y Parinacota, tras lo cual se ingresó la solicitud de audiencia, buscando poder demostrar fehacientemente su inocencia a través de un fallo del tribunal. 

"SOY INOCENTE"
“Siempre dije que yo era inocente. Estaba con mi frente el alto, incluso cuando estuve en la cárcel. Mi familia me apoyó de forma incondicional y me daban fuerza. Pero siempre lo dije y lo seguiré diciendo, Julio César Carvajal Salfate es inocente”, finalizó el hombre. 

El defensor local jefe, en tanto, explicó que “estamos bastante contentos por don Julio, porque efectivamente no solo tiene una decisión de la Fiscalía, en que no existían antecedentes para seguir adelante con la causa, sino que lo más importante es que hoy existe la decisión de un juez, que ha entendido que los antecedentes que existían dentro de la carpeta de investigación demostraban claramente su inocencia en el caso de la violación que le fue imputada por el Ministerio Público”.

Al comentar lo ocurrido, el Defensor Regional, Claudio Gálvez, advirtió que este tipo de casos dramáticos nos deben hacer reflexionar respecto de lo que realmente significa mantener a una persona en prisión preventiva, dada la alta probabilidad que se cometan errores, como pasó en este caso.

"Es difícil imaginar lo que es estar privado de libertad siendo inocente, sabiendo que su familia está sufriendo un hostigamiento de la comunidad, cuando en realidad no había pruebas que lo ligaran al hecho. Es particularmente grave porque al ser un delito sexual, había evidencia biológica con la que el Estado fue negligente al no hacer rápidamente las pericias necesarias que hubieran demostrado su inocencia”, concluyó.

Julio Carvajal agradeció la labor de la Defensoría y destacó que sus profesionales creyeron en lo que él explicaba y lo acompañaron durante todo el proceso.

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